La fiebre hemorrágica de Marburg es una enfermedad vírica que se cree que apareció por primera vez en 1967. Presenta algunos síntomas similares a los del ébola y ambas enfermedades pertenecen a la misma familia, pero tienen aspecto diferente. El virus de Marburg es bastante raro, aunque es igualmente contagioso. Su población huésped tiende a ser la de los grandes simios, como los macacos. Sin embargo, todos los seres humanos corren el riesgo de infectarse con el virus. Lo que diferencia a Marburg de otros virus similares es que su tasa de mortalidad puede llegar hasta el 90%.
En 2014, en África Occidental, una epidemia de ébola fue muy mortífera. La atención de los medios de comunicación internacionales y de los activistas se centró principalmente en la lucha contra el virus. A pesar de sus similitudes, la letalidad de Marburgo es mayor, según fuentes sanitarias. Sin embargo, Marburgo aún no ha alcanzado proporciones epidémicas.
¿Qué es el virus de Marburgo?
El virus de Marburgo es un virus ARN de la familia Filoviridae. Es un virus envuelto con una forma filamentosa característica. Este virus tiende a infectar a los humanos, y su reservorio natural es el murciélago egipcio de la fruta. La transmisión se produce por contacto directo con sangre infectada u otros fluidos corporales. La transmisión también se produce cuando el virus entra en contacto con las membranas mucosas. La infección también puede producirse por ingestión de alimentos o agua contaminados, aunque este método de transmisión es raro.
El periodo de incubación del virus de Marburgo es de entre 2 y 10 días. Los síntomas comienzan con un inicio repentino de dolor de cabeza intenso e indisposición. Los síntomas progresan entonces a dolores musculares, vómitos y diarrea. Pueden desarrollarse ojos enrojecidos, hinchazón de la cara, cuello rígido, fotofobia y delirios, y los pacientes suelen experimentar una hemorragia profusa de las encías, infección de la piel, sangrado rectal o shock séptico, que en última instancia puede conducir a la muerte.
Prevención y tratamiento
La mejor forma de prevenir la propagación del virus de Marburg es educar a la población sobre cómo se propaga, para que puedan tomar medidas para evitar una posible exposición. Los CDC recomiendan lavarse las manos con frecuencia con agua y jabón, y evitar el contacto con animales que tengan síntomas respiratorios. Además, las personas deben tomar medidas para reducir el riesgo de exposición, como llevar la ropa y el equipo de protección adecuados.
Hasta la fecha, no existe un tratamiento específico para la fiebre hemorrágica de Marburgo, y el tratamiento suele ser de apoyo. Los pacientes deben permanecer aislados para minimizar el riesgo de transmisión a otras personas. Los pacientes también deben recibir terapia de apoyo, como tratar los síntomas de la fiebre y la deshidratación. El tratamiento también puede incluir la administración de líquidos y transfusiones de sangre, para reemplazar la sangre perdida y corregir los desequilibrios electrolíticos.
Desafíos con Marburgo
Existen varios desafíos para tratar y prevenir la propagación del virus de Marburgo. Dado que los síntomas son similares a los de otras enfermedades, el virus puede ser difícil de diagnosticar. Esto dificulta la identificación y el aislamiento de los casos sospechosos. Además, todavía no existe una vacuna para el virus de Marburg, aunque se están realizando investigaciones. Dado que el reservorio natural del virus es el murciélago egipcio de la fruta, puede ser difícil regular las interacciones hombre-murciélago, lo que puede ser un reto en las zonas donde el virus es endémico.
La cambiante epidemiología de la fiebre hemorrágica de Marburgo
La incidencia de la fiebre hemorrágica de Marburgo ha fluctuado a lo largo del tiempo. En 1967, el virus fue aislado e identificado por primera vez durante un brote de enfermedad parecida a la fiebre hemorrágica entre trabajadores de laboratorio que habían estado expuestos a tejidos de monos infectados. Durante este brote inicial, se dieron 31 casos del virus, de los cuales 7 fueron mortales. Los brotes posteriores del virus han ocurrido en distintos países de África subsahariana, principalmente en Uganda y la República Democrática del Congo. Durante estos brotes más recientes, las tasas de mortalidad han sido más altas, oscilando entre el 50 y el 100%.
Conclusión
La fiebre hemorrágica de Marburg es una enfermedad vírica con una alta tasa de mortalidad. La enfermedad está causada por el virus de Marburg, un virus ARN de la familia Filoviridae. El virus se transmite por contacto directo con fluidos corporales infectados y membranas mucosas. No existe un tratamiento específico para la fiebre hemorrágica de Marburgo, y el tratamiento suele ser de apoyo. Sin embargo, las investigaciones recientes han identificado posibles dianas para fármacos antivirales y vacunas. A pesar de ello, es importante mantener la vigilancia con medidas de salud pública para prevenir la propagación del virus.