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la tos convulsiva

La tos ferina o pertusis es una infección bacteriana altamente contagiosa que se caracteriza por accesos de tos graves. Aunque la tos ferina sigue siendo relativamente rara en Estados Unidos debido al uso generalizado de la vacuna contra la tos ferina, puede afectar a cualquiera, independientemente de la edad. Un diagnóstico precoz y un tratamiento son clave para controlar y prevenir la propagación de la tos ferina. En este artículo hablaremos de los síntomas de la tos ferina, así como de las estrategias de tratamiento y prevención.

¿Qué es la tos ferina?

La tos ferina es una infección del aparato respiratorio causada por la bacteria Bordetella pertussis. Se caracteriza por accesos de tos violenta e incontrolada, que pueden ir acompañados de un sonido sibilante de “quién” cuando la persona afectada intenta respirar. Estos accesos de tos pueden durar varios minutos y ser tan graves que provoquen vómitos. La tos ferina también puede provocar complicaciones como neumonía, convulsiones y, en casos raros, la muerte.

La tos ferina se observa con mayor frecuencia en niños pequeños y lactantes, y puede ser especialmente peligrosa para este grupo de edad. Sin embargo, también puede afectar a adolescentes y adultos, especialmente a los que no han sido vacunados o tienen un sistema inmunitario débil. En Estados Unidos, la incidencia de tos ferina ha aumentado en los últimos años, con cerca de 15.000 casos notificados en 2021.

¿Cuáles son los síntomas de la tos ferina?

Los síntomas de la tos ferina pueden variar según la persona, la gravedad de la infección y el estado de la enfermedad. Los síntomas iniciales de la tos ferina pueden incluir moqueo, tos leve y fiebre de baja intensidad. Sin embargo, tras una o dos semanas, la tos puede volverse más grave.

La tos crónica, a veces descrita como una tos “crupal”, es el síntoma característico de la tos ferina. Entre los accesos de tos, la persona infectada puede parecer y sentirse bien, pero en cuanto comienza la tos, puede volverse incontrolable. Otros síntomas de la tos ferina pueden incluir fatiga, congestión y pérdida de apetito.

¿Cómo se diagnostica la tos ferina?

La tos ferina puede diagnosticarse mediante un examen físico, así como pruebas de laboratorio. Durante el examen físico, el médico suele auscultar los pulmones del paciente y preguntarle acerca de sus síntomas, así como de sus antecedentes médicos. El médico también puede tomar un frotis de la parte posterior de la garganta para comprobar la presencia de la bacteria Bordetella pertussis.

¿Cuál es el tratamiento para la tos ferina?

El tratamiento para la tos ferina suele consistir en un curso de antibióticos para ayudar a combatir la infección. El tratamiento precoz es clave para prevenir la propagación de la tos ferina, especialmente en los niños pequeños que corren el riesgo de sufrir complicaciones graves. Además de los antibióticos, las personas infectadas también pueden beneficiarse del reposo, abundantes líquidos y medicamentos de venta libre para aliviar los síntomas.

En los casos más graves de tos ferina, las personas infectadas pueden necesitar ser hospitalizadas para recibir tratamiento. Esto suele reservarse a quienes tienen accesos graves de tos, dificultad para respirar, deshidratación u otras complicaciones.

¿Cómo se puede prevenir la tos ferina?

La forma más eficaz de prevenir la tos ferina es mediante la vacunación. La vacuna contra la tos ferina suele administrarse como parte de la vacuna DTaP, que se recomienda a todos los niños y adultos. Es importante mantener al día las vacunas, ya que la protección de la vacuna puede disminuir con el tiempo.

Además de vacunarse, las buenas prácticas de higiene pueden ayudar a reducir el riesgo de contraer y propagar la tos ferina. Esto puede incluir lavarse las manos con frecuencia, cubrirse la boca y la nariz al toser o estornudar, y evitar el contacto cercano con personas enfermas.

Conclusión

La tos ferina es una infección bacteriana altamente contagiosa que puede provocar graves complicaciones si no se trata. Es causada por la bacteria Bordetella pertussis y se caracteriza por accesos de tos violentos e incontrolados. El diagnóstico y el tratamiento precoces son clave para controlar la infección y prevenir su propagación. Esto puede incluir un tratamiento con antibióticos, así como buenas prácticas de higiene y mantenerse al día con las vacunas. Siguiendo estos pasos, las personas pueden ayudar a protegerse a sí mismas ya los demás de los efectos potencialmente peligrosos de la tos ferina.

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